jueves, 27 de diciembre de 2012

Capítulo 3. Tía Penny.


El niño, afligido y conmocionado entró en la habitación de sus padres. Allí yacía el cuerpo inerte y moribundo de su madre. El niño adelantó su posición y se agachó para abrazar a su madre. La acariciaba y besaba mientas le mesaba el pelo. 

- Mamá, por favor, respira, por favor.

Se pellizcó para ver si era un mal sueño, pero se dio cuenta de que no lo era cuando la madre le vomitó sangre. La mujer emanaba sangre debido a las numerosas cuchilladas que el hombre le había dado.
El niño, escuchó el último aliento de vida que exhaló su madre, y entre susurros distinguió: "Por favor Héctor, cuídate, y sé fel".... Tan rápido cómo la moribunda madre pronunciaba las palabras el muchacho salió corriendo por el pasillo para llegar hasta la puerta de la vecina y llamarla al timbre

- ¡Señorita Penny, señorita Penny, necesito su ayuda por favor!

La señorita Penny era un mujer más joven que la madre del niño, residía sola en ese piso porque no apreciaba la compañía de hombres. Sonó una cerradura abriéndose y tras el umbral apareció el rostro de la señorita:

- Dime, Héctor, ¿qué ocurre?

Héctor arrastró del brazo a Penny y la condujo hasta la habitación donde estaba la madre. Penny al entrar dejó escapar un grito que sonó a terror y a importencia. Penny descolgó el telefono y llamó a la policía. 

- Buenas noches agentes, llamaba para alertar de un homicidio en la calle Hopeless, 20, 4ºA.
- Muy bien señora, ahora mismo nos personamos allí.

Penny sin saber muy bien que hacer abrazó al muchacho que rompió a llorar desconsoladamente. La joven mujer cogió en brazos al muchacho y lo llevó a la cocina. El niño tiritaba y la mujer lo arropó con una manta mientras le calentaba una taza de chocolate. De repente se oyó el timbre...Penny abrió, y sin más dilación dejó entrar a la policía.
La policía entró directamente a la habitación donde se hallaba el cuerpo, Héctor y Penny los siguieron y cuando se disponían a entrar, la puerta se les cerró a cal y canto.
Un policía alto, moreno, fornido, salió de la habitación y se presentó;

- Soy el sargento Smith, les recomiendo que no estuvieran demasiado tiempo aquí. Procederemos a precintar la casa para realizar las pruebas pertinentes.  Pero antes de nada, ¿podrían darme una descripción del asesino?

Penny se apresuró a hablar, pero cuando abrió la boca;

- El asesino es mi padre, hombre de 30-35 años de edad. Igual de alto que usted, pero más delgado. Es rubio y tiene los ojos azules. Se llama Lewis

El policía asombrado, agradeció la descripción del niño y le preguntó que si tenía algún familiar en la ciudad, y para cuando el niño fue a negarlo, para sorpresa, Penny alzó la voz y dijo;

- Es familiar mío, yo me responsabilizo de él.

El policía, satisfecho, los invitó a salir. Penny y Héctor salieron de la casa no sin antes pasar para recoger el tazón de chocolate caliente, Ambos se metieron en casa de Penny. Una vez dentro ésta preparó una cama, mientras el niño le preguntó:

- ¿Penny, vas a ser ahora mi mamá?. Penny lo miró, pero no contestó. Solamente hizo un gesto que el niño entendió cómo que había que dormir. Penny lo arropó y salió por la puerta y nada más cerrar el niño la llamó:

-Penny, no puedo dormir.
- Ya, Héctor, ya. No te preocupes, ahora con la tía Penny no te va a pasar nada.
- Ya no eres mi tía Penny, eres mi mamá.

Penny rompió a llorar mientras abrazaba al niño y le juraba que jamás le faltaría de nada, y que juzgarían al hombre que destrozó una familia ese día.

martes, 18 de diciembre de 2012

Hegel es la puta verdad


Esta entrada es un homenaje para mi amigo y para su invención (Pericles) Mi amigo tiene un blog que  es: http://davidopoulos.blogspot.com Si os gusta esto, cosa que dudo, el suyo os gustará, y si no devolvemos el dinero. Que lo disfrutéis. 

Ese día Pericles estaba un poco molesto. Se levantó de su cama extenuado y dolorido, con un malestar que algo le hacía sospechar. Davidopoulos, vago como siempre, tardó horas en levantarse. Nada más poner pie en el suelo Davidopoulos hizo su ritual: calzarse la zapatillas de estar por casa, ir al servicio, mear, cagar y bostezar. En este orden, sin alteraciones. 
Pericles lo esperaba impaciente en la cocina, con ganas de desayunar, ambos tomaron su reglamentaria taza de café

Habiendo acabado de desayunar, la pereza inundó a Davidopoulos, que como buen hedonista dejó rienda suelta a sus apetencias y se tumbó en la cama volviéndose a dormir. Esto no gustó a Pericles que farfullaba por lo bajo: - "Puto vago, no se mueve ni con agua hirviendo". Pericles aguantó una hora leyendo un libro para ver si Davidopoulos se despertaba, pero fue en vano. Pasada la hora decidió desaparecer.

Davidopoulos, mientras, soñaba felizmente con historias de caballeros, de princesas con grandes pechos y dientes de León malvadísimos. Era feliz, su fase rem era el único momento del día en el que se encontraba feliz.

Pericles regresó de la calle. Al entrar observó que Davidopoulos dormía, y que no tenía la intención de despertarse. Pericles continuó leyendo sus escritos sobre fenomenología hegeliana. Era algo normal en su vida, pero no en la de un mono cualquiera. Pero Pericles no era un mono cualquiera.
Las horas pasaban y Pericles entendía que el placer y la alegría que genera la exploración del saber, para Hegel, está en la búsqueda de la verdad. Ésta frase fue la que cambió la vida de Pericles. Comprendió que era un instrumento de Davidopoulos, que le utilizaba, y más triste aún, que le trataba como a un humano cuando era un primate.

Pericles reflexionó; verdad, subjetividad, Davidopoulos, hijo de puta, mentiras, primate, experimento....las palabras le pasaban por la cabeza como un carrete de imágenes y de repente; desde el otro extremo de la casa se oyó una voz: ¡PERICLES, TRAEME AGUA, MI QUERIDO AMIGO PELUDO!

Esas palabras resonaron en Pericles; el mono, obediente se levantó, pero sus dientes iban rechinando y temblorosos no le dejaban articular palabra. Llegó a la cocina, llenó un vaso de agua y se dirigió al dormitorio. Le dió el vaso a Davidopoulos, éste lo bebió y cuando acabó miró al mono y le dijo: ¡ALE, PRIMATE, YA PUEDES MARCHARTE! Pericles se giró y enfiló el pasillo. Se encerró en su habitación y se ensimismó en sus pensamientos. Lloró. Durmió, no sin despertarse sobresaltado en numerosas ocasiones siempre con las palabras de Davidopoulos y las de Hegel.

Pericles se levantó temprano, obviamente mucho antes que el perezoso de Davidopoulos. Eso le gustó, porque podría llevar a cabo el plan que urdió por la noche. Se levantó de un salto sabiendo que ese era "EL DÍA". Fue al baño, se acicaló, y se puso un traje que compró el día anterior. Davidopoulos aún dormía. Pericles se dirigió a la cocina, se preparó un café bien cargado y esperó, mientras ponía en su aparato de reproducción un tema que le venía al pelo: Prometeo de Extremoduro.

Davidopoulos se levantó con el hilo musical de fondo, lo cuál le enfureció. Ese día no hizo su ritual y fue directamente a ver que hacía su amigo peludo. Davidopoulos sabía que algo había cambiado. Entró en la cocina y vió al mono allí sentado, altivo, pletórico, más psicópata que nunca. Davidopoulos se refirió a él: ¡Pericles! ¿PORQUÉ NO ME HAS ESPERADO?

Para cuando quiso acabar Pericles se avalanzó sobre él. Le golpeó con dureza en la sien repetidas veces. Davidopoulos consiguió zafarse de él y arrastrarse escasos 30 centímetros. Pericles, sacó una beretta 9 milímetros y la puso en la frente de Davidopoulos. Pericles subió el volumen de la música y cantó al son de la canción: "me revuelco por el suelo y me revienta la polla" y disparó el arma en dirección a la rodilla de Davidopoulos que gritaba como un cerdo preparándose para su San Martín. Pericles disparó una segunda vez, esta contra el codo de Davidopoulos que se desmayó del dolor. La canción acabó, el mono rió complacidamente, se miró al espejo, se bajó el pantalón y cagó en el suelo. Como buen primate jugueteó con su mierda hasta que la lanzó contra el cuerpo inerte de Davidopoulos que sangraba dejando un enorme charco que parecía adquirir la silueta de una flor de cerezo.

Antes de irse, el mono, por si despertaba Davidopoulos, escribió en la pared con la mierda: HEGEL ES LA PUTA VERDAD

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Capítulo 2. Un feliz acontecimiento.

27 años antes. En una calle cercana al barrio de Hopeless, lindando con la calle Liberty se encontraba el hospital general. No era un hospital muy puntero, y carecía de especialistas, pero cumplía con creces su función. En la planta de maternidad, en la habitación 476, una mujer tumbada en la cama resoplaba. Un hombre de mediana edad le sujetaba la mano con firmeza y le preguntaba con voz muy dulce

- ¿Ya cariño?, llamo ya a las enfermeras 

La mujer sintió cómo el estómago le daba un vuelco y un líquido viscosos humedecía su matriz. Se dijo así "ya viene". La mujer, dolorida, asintió a la pregunta de su marido. Tan rápido cómo contestó, el hombre puso rumbo al pasillo desde donde corrió para avisar en el control de planta. Exclamaba: ¡YA VIENE, YA VIENE!
Las enfermeras dispusieron el paritorio. Una vez allí la mujer gritaba furiosa: ¡SACADMELO HIJOS DE PUTA, SACADMELO! La matrona le hacía las indicaciones pertinentes y el médico le exigía que empujase. La mujer sintió como su estómago su vaciaba, y exhausta tras los fuertes embites a los que se sometió, preguntó enfermizamente:

- ¿Puedo morirme ya?

El médico examinó al bebé. Era un niño sano. La madre durmió, el padre lloró...
3 años más tarde en una casa del bloque de pisos de Garden street esa familia celebraba la navidad. El niño abría unos regalos y jugueteaba con ellos. El padre lo miraba enamorado y del mismo modo, la madre.
Posteriormente ese niño siguió creciendo hasta llegar a la edad de 5 años. Por aquel entonces la mirada del padre ya no era la misma, en cambio la de la madre sí. Una noche de verano, de ese año, el niño jugaba en el salón de la casa del barrio de Hopeless y se mostraba impasible ante cualquier ruído. Así fue, oyó gritos y golpes, pero siguió jugando como si nada pasara.
A los 8 años ya había cursado dos años del colegio eclesiástico donde fue inscrito. Allí nunca se sintió libre, los curas le pellizcaban de las orejas si hacía algo que no debía como hablar solo. 
El mismo día en que cumplía 8 años llegó a casa con una nota del maestro;

"Su hijo es un insolente, le hemos pedido que por favor dejase de escupir al Cristo y ha respondido: Yo me cago en Cristo". 

Al salir del colegio intuía que ese día no era el adecuado para entregar esa nota. Lo notaba. Subió por las escaleras cabizbajo y reflexivo. Abrió la puerta y vio, en el sofá, la mirada penetrante del hombre al que llamaba padre. Al cruzar el umbral de la puerta la madre salía por la cocina. Tenía un ojo morado. El niño llegó al salón y entregó la nota al padre. Éste la leyó con atención. Cuando hubo acabado de leer la nota el niño comprendió que antes de la tempestad siempre hay calma. El padre se levantó y se dirigió hacia el dormitorio junto con la madre. Sentado en el sillón oía gritos provenientes de la estancia.

-"Este cabrón ha salido a ti, estúpida. Si hubieras sido más inteligente esto no pasaría..."
- .....pero.....
- ¡Que te calles! Y ni se ocurra salir a defenderle como hacías cuando era más pequeño
Se oyó un ruido fuerte.

El niño, atento a los gritos, se levantó y vió aparecer la silueta de su padre. Éste, sin miramientos, lo aporreó de tal forma que le rompió dos costillas. Entre sollozos suplicaba a su padre clemencia, pero él mismo sabía que ese no era el día indicado.
Tras un rato de gritos, llantos, insultos y golpes el padre abandonó la casa no sin antes pararse delante del niño y susurrarle al oído: Alea iacta est. El hombre, con alevosía lanzó un beso al niño y se marchó dejando tras de sí una imagen siniestra. Tan fugaz como escuchó el estruendo del portazo el niño se arrastró hasta la habitación de donde había salido su padre. Justo antes de entrar se levantó como pudo y entornó la puerta viendo algo que cambiaría su vida para siempre.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Capítulo 1. Un mal día

Llovía. Era una noche fría y neblinosa. Una luz iluminaba una casa situada en un bloque de pisos de Garden street en el número 6. Él era consciente del nerviosismo que le removía las tripas y que le hacía tener los labios demasiado secos de lo normal. No obstante se acicalaba para salir con la normalidad habitual que le caracterizaba. Perfiló su raquítico mostacho, se puso la camisa blanca y se anudó la corbata negra a juego con el pantalón de pinzas y los zapatos recién enlucidos. Se perfumó y mientras lo hacía descolgó el teléfono marcando un número. Al otro lado del hilo telefónico se oyó una voz enfermiza, pero conciliadora.

- ¿Diga?
- Madre.
- Hijo, dime.
- Acuérdate de lo que hablamos
- ¿De qué....?

Para cuando quiso acabar la frase el teléfono ya había sido colgado y a la mujer le acechó una inquietud sobrenatural que le hizo removerse en el asiento temiendo lo peor.
Colgado el teléfono, se acercó a la cocina y bebió una vaso de agua que humedeció los agrietados labios. Del primer cajón sacó su .38 special de seis balas en tambor y se lo guardo en el bolsillo interior de la gabardina.
Salió por la puerta cerrándola de un golpe y echó las tres llaves que resonaron el todo el portal. Bajó con paso firme, sin precipitarse. Llegó al umbral de la puerta y un frío estremecedor recorrió su cuerpo y le caló inundándole de un terror poco propio de él.
Anduvo varias calles hacia arriba, observando todos y cada uno de los movimientos de las personas que transitaban las calles a esas horas de la noche. Cruzó el teatro y vió el cartel que anunciaba (la próxima obra de su queridísimo amigo Hugh Parker) cruzó la avenida Liberty, y se metió a la derecha en dirección al barrio Hopeless. Una vez entrado en el barrio de la esperanza, cruzó una calle y fue a parar a un callejón que lindaba con la puerta trasera de una sala de variedades. Vió que el callejón en su parte más interna no estaba iluminado, y al girarse para deshacer su camino aparecieron cuatro hombres. Todos con la misma indumentaria. 
Los cinco hombres se miraron fijamente. Uno de ellos, el más robusto y con una cara enjuta se le acercó.

- Sabes quiénes somos y porqué estamos aquí, ¿verdad?
- Solo sé que no sé nada
- Eres muy filosófico para ser un cadaver.

En ese mismo momento los tres hombres que acompañaban al arrogante robusto dieron un paso al frente con actitud amenzadora.

- No soy filósofo, me dedico a decir lo que pienso
- Por eso mismo estamos aquí, para que sepas cuál es el precio de tu arrogancia maldito necio.

En ese momento sintió unas ganas irrefutables de sacar el .38 y hundirle una de las balas en la sesera. Respiró hondo lo que produjo que los cuatro hombres sacaran sus armas; tres .38 y uno de ellos portaba una thompson.

- No hagamos esto más dificil. Balbuceó el hombre robusto.

Y en ese mismo instante exhaló el último aliento de vida, lo saboreó y se dedicó a oir el silencio. Inmediatamente una ráfaga de balas impactó sobre el pecho y la cara. El sonido de los casquillos se mezcló con el del desplome del cuerpo contra el húmedo asfalto, (y el humo que desprendían las armas se entrelazó al olor a basura que residía en los cubos sobre los que el cuerpo inherte y sin vida del jóven impactó.)
Los cuatro hombres armados deshicieron su camino, y al doblar la esquina montaron en un cadillac blanco que salió dejando tras de sí una importante humareda. La lluvia no cesaba, el cuerpo se mojaba y emanaba sangre de los distintos orificios provocando un reguero que chorreaba hasta la puerta trasera del club de variedades. 
Ilustración creada por Maikel Mendoza. Si queréis calidad en dibujos e imaginación, además que es imprescindible para tener una imagen de mis relatos seguidle en: http://noctis-avem.blogspot.com.es/ 

martes, 6 de noviembre de 2012

La guerra civil en la actualidad

La guerra civil española, por si alguien no lo sabe, cosa que dudo, duró desde 1936 a 1939. Más concretamente desde el 18 de julio de 1936 hasta el 1 de abril de 1939 con aquellas palabras "cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus último objetivos militares"...bla bla bla hasta el 20 de noviembre de 1975.

El caso es que la guerra civil no ha sido la primera guerra civil que ha sufrido España, una de las primeras la librada en el siglo XIV. Podíamos englobar también las guerras Carlistas, los conflictos en la época de Felipe IV y el Conde-duque de Olivares. Pero a lo que iba es que no ha sido la primera pero si la más importante, y la que más trascendencia ha tenido (Raymon Carr, escribió una historia de España hasta la guerra civil) tanto a nivel continenta como mundial.

Los achaques postbélicos aún los tenemos muy presentes, en nuestras expresiones (como por ejemplo cuando vemos un pantano; "pues seguro que lo inauguró Franco") o en los reproches que se hacen gobierno y oposición apuñanlándose unos a otros. Y por supuesto en las comparaciones con la paupérrima situación social, económica, política, en la que nos encontramos ("Con Franco se vivía mejor")

La guerra, en mi opinión, está en boca de todos. Desde que crecemos intelectualmente y contamos con 12 ó 13 años ya oímos cosas de la guerra civil en el telediario (conmemoraciones, aniversarios, etcétera). En la adolescencia oímos que tuvimos una guerra, y no que hace tanto tiempo de ella, oímos lo típico que Franco mató porque no pensaban igual que él. Para documentarnos más en este tema, recurrimos a nuestra historia viva: LOS ABUELOS. Yo, por suerte o por desgracia, no tengo ningún familiar que luchó en la guerra, por lo tanto lo que se, supe o pueda saber depende de una cosa que se llama libro, que por otra parte y aprovechando la coyuntura, he de decir que eran los más férreos enemigos del franquismo. 

El tema de la guerra sigue siendo un tema espinoso y sangrante y que sirve para aunar o separar más a los diferentes extremos. De la guerra civil se tiene en boca "es que Franco mató", "es que Carrillo mató", "es que La pasionaria mató".... ¿Sabéis qué? Que todos mataron, por H, por B, o por la regla del "por todos mis compañeros y por mí primero". Matabas obligado, por salvar a los tuyos, y si por salvar a los tuyos tienes que matar a tu vecino, en el mejor de los casos, lo matas, lo rematas y los postmatas. Fue una guerra, injusta, cruel (como todas) pero que será recordada porque los beligerantes engrosaban sus filas de primos, vecinos y hermanos que tenían que matar a primos, vecinos y hermanos.
A la desaunión y acercamiento de los extremos que me refiero en este mismo párrafo no es otra que la magnífica actuación de las películas, los programas de televisión, por supuesto la prensa, y los que menos culpa tienen; las historias de boquilla de las que todos somos muy fans.

La guerra  sin duda no se ha olvidado, y siempre crispa. El caso más reciente es el de las exhumaciones del juez Garzón, pero no solo en el ámbito jurídico-histórico, en el musical por ejemplo mencionar a Barricada, cuyo penúltimo CD trata sobre la guerra civil con un sentido didáctico-subjetivo (La tierra está sorda) y del que yo recomiendo vívamente su escuche. No olvidar también las polémica surgidas a raíz del desmantelamiento de las estatuas de Franco, que aquí son mencionadas, pero dan para otra entrada del blog. Otros elementos muy numerosos que no son menos importantes pertenecen al mundo de la cultura y la guerra, de los que sólo con poner una serie de nombres ya relacionaréis: Barraca, Miguel Hernández, Picasso, Miró, la exposición de París del 37, Guernica, carteles de Grimau, la generación del 27, el traslado del conjunto patrimonial desde el Prado a Valencia por culpa de los bombardeos y otros tantos que me olvido de citar.

Solo se que la guerra civil sangró, sangra y sangrará...

miércoles, 10 de octubre de 2012

Ernesto "Ché" Guevara


Esta entrada está hecha para conmemorar un año más del asesinato, que no muerte, de una de las figuras más importantes del siglo XX latinoamericano, y si me achucháis, del siglo XX en general.

Argentina, Rosario, 1928, carrera de medicina, revolución cubana, amistad-enemistad con Castro, Bolivia, la higuera, 1967. En base a estos datos podríamos reproducir un manual bastante positivista de la revolución cubana, pero…

No tengo el propósito de escribir una biografía más si no de hablar de los hechos, tantos los que le encumbran como héroe, como los que le han hecho pasar a la historia como villano. Dicho esto, en el primer párrafo, os digo que fue una figura histórica más.

La figura del Ché hay que entenderla en su contexto histórico y geográfico. Creció con las noticias de la URSS, con las noticias de la guerra civil, y la mundial, el auge del fascismo, nazismo, comunismo y demás, así como el tema de la geografía. Sudamérica, un lugar que culturalmente no podía equipararse con Europa (y no pretendo ser europeísta, ni eurocentrista, ni racista, ni nada. Solo me limitó a escribir lo que creo conocer de esa época)

Enmarcados ya en el contexto histórico y geográfico, destacar también la buena situación económica familiar, lo que viene siendo una tónica en los iconos izquierdistas (véase Marx, Lenin…). La buena situación económica le permitió entrar en la universidad y hacerse médico.
Bueno el caso, que me voy por las ramas. Para mí la figura del Ché es un tío que tuvo los cojones suficientes para hacer lo que otros podían haber hecho antes y que no lo hicieron. Apuntar también que tenía una excelente cultura, cosa que le honra, y no como otros de la misma rama (y no quiero mirar a Stalin).  ¿Que mató a gente? Si, a desertores. Pero enseñó a leer a centenares de pueblos sumidos en la más pútrida ignorancia. Eso ya queda al arbitrio de cada uno, quedarse con lo “malo” o con lo “bueno”.
Es cierto también que tuvo desavenencias con Fidel, porque justamente él no quería que sucediese lo que está ocurriendo en Cuba. Porque se conocen manuscritos en los que criticaba, constructivamente, a otros sectores de la izquierda, Stalin, Lenin, incluso Marx.

La imagen actualmente del Ché pues más libertaria, que política. La gente se abandera en un icono de la libertad, y tal. Pero lo cierto es que él privó de libertad a algunas personas (se pueden contar con los dedos de dos manos) pero dotó a otras de otra libertad, que pasó de generación en generación (la cultura libre, y la ANTIgnorancia)
Hoy día la imagen del Ché ocupa congresos de la marca Mercedes Benz para ampliar sus ventas, porque hoy día todo el mundo sabe quién es el Ché, lo que hizo, y cómo murió. Esto es aprovechado justamente por el enemigo más grande contra el que luchó Ernesto, el capitalismo. Se hacen camisetas (y yo soy el primero en tenerlas) con su cara gracias a la foto de Alberto Díaz, Korda. Incluso sirve para hacer reír a la gente (fotos de Chewacca y el Ecce Homo) pero la verdad que lo único que hace reír es que no tengamos en cuenta la importancia histórica del  Ché, y lo juzguen de asesino, e incluso MERCENARIO. Gracias al Ché muchos de los países sudamericanos que fueron visitados en sus rutas son lo que son lo que son gracias a él.

foto tomada del museo de la Revolución
Al Ché lo mató el capitalismo. Matizo, lo mató el ejército boliviano en colaboración económica con la CIA estadounidense; ¿Coincidencia? Que cada cual piense lo que quiera. 

lunes, 20 de agosto de 2012

Dos tiros en el culo...por maricón


Siglo pasado. Década de los 30´s. Guerra Civil. 19 de agosto. Granada. Federico García Lorca. Juan Luis Trescastro. ¿Os va sonando la historia?

Pues si amigos, el 19 de Agosto de hace 76 el franquismo se llevó a uno de los escritores más ilustres de su siglo, en particular, y de la literatura española en general. Probablemente si esa noche oscura llena de cuervos no hubiese llegado podríamos haber disfrutado unos cuantos años más de Lorca, pero la historia, justa o injusta, es así.

Lo que sí es claro es que Federico García Lorca no ha muerto, sigue vivo en nuestros pensamientos. Su trágica final le ha hecho más inmortal que cualquiera de sus letras. Y mira que las tiene, y buenas. Por triste que parezca, no menos inmortal es su verdugo del que lejos de difuminarse en la niebla de la historia, se erige como el "hijo de la gran puta que le remató". Con rematar me refiero a que, una vez el cuerpo desplomado en la cuneta, y ya sin vida, uno de los integrantes del pelotón de fusilamiento (o también llamado escuadras negras) disparó varias veces más al cuerpo, en concreto a las nalgas, del escritor. El necio, lejos de saber si era o no franquista (recordad que estamos en el 36, la guerra solo lleva dos meses iniciada) era un homófobo.

Este individuo, lejos de arrepentirse, tras el asesinato alardeaba de la forma con la que había acabado con la vida del poeta, y lo iba pregonando por todo Viznar, como si fuese algo de lo que enorgullecerse. 

No estoy hablando de pedir perdón. Porque muchos de los verdugos eran forzosos (todos conocemos casos de levas obligatorias en pueblos por parte de los contingentes). Y no estoy hablando solo de los asesinatos del frente nacional o del frente popular. Estoy hablando del orgullo que se siente al fusilar a una persona indefensa. ¿Creéis realmente que se sentían orgullosos?. Eran otros tiempos.

Esto es simplemente un homenaje más para el más grande, para mí, escritor de la prolija literatura española. Federico un maestro:


Lorca, hermano, hace tiempo que te fusilaron
año tras año nuestra alma te recuerda
y al que lo hizo, colgado de una cuerda
Pero no caíste, sino que te rebautizaron

Mantuvistete sereno y muy frío
que las gotas del rocío te hicieron inmortal
y todo el veintisete fue al funeral,
incluso Franco, afligío*, en el recital

Mis versos son de mierda, pero cajón
en agosto se llevaron nuestra alma
alma quebrada por la sinrazón
de la partida de cuervos que te llevó
sin saberlo, hacia nuestro corazón. 





miércoles, 30 de mayo de 2012

Mi barrio me ha parido (parte 1)

La tosquedad de mis palabros 
a unos da gusto, y a otros reparo
pero nunca cambiaré
por un buen vocabulario 
porque me he criado en un barrio
de navaja, y presidiario
donde si no te haces valer
te tendrán acojonado.

En mi barrio hay gente común
curran en el paro, cristaleros, o sean del atún. 
Diferencias por doquier, pero aquí, TU
Dios no se paró a beber, 
por eso de curas carecemos
solo a repartidores de la Mahou 
que a esos, sí los queremos

jueves, 17 de mayo de 2012

El complot de la pólvora


La mayoría de nosotros habremos visto V de Vendetta, excelente película, mejores productores y buenos actores, además con una trama que te engancha desde el principio hasta el final...tanto como para dar nombre a este frikiblog. Pero al principio se rememora un hecho, que sin duda es, ha, y será importante en la historia de Inglaterra. El complot de la Pólvora contra Jacobo II

GUY FAWKES (1570 – 1603)

Nació en 1570 en York, donde gran parte de los conspiradores nacieron allí. Hijo de católicos le fue dado el bautismo como buen católico. Sus padres Edward Fawkes y Edith Blake tuvieron varios hijos de los que se murieron una gran parte debido a las condiciones insalubres de la época, el poco conocimiento científico, etc… de estos hermanos se conoce el nombre de una hermana, Elisabeth, del resto de los hermanos se desconoce el nombre. Fue a la escuela de York (fundada por los reyes Católicos) donde conoció a los hermanos Wright, de los que ya hablaremos más adelante porque participaron en el complot, el hecho que fuese a la escuela denota que su familia tenía cierto prestigio, porque de todos es sabido que a las escuelas solo iban los nobles y algún burgués con fortuna lo que me hace pensar que Guy Fawkes venía de una familia bien asentada. En los libros se especula si el padre tenía un cargo importante en York y que la madre venía de un linaje de comerciantes.

El padre de Fawkes descendía de los Farnley y no sabemos si trabajaba como notario o procurador de las cortes eclesiásticas, luego fue abogado del Tribunal eclesiástico del Arzobispado de York y estuvo enrolado en el ejército español, lo que heredaría su hijo. La madre de Fawkes, Edith Blake, era descendiente de mercaderes. Edward Fawkes murió en 1579, y su mujer se casó por segunda vez con un católico de Scotton.  Es más que probable que Guy Fawkes fuese influido por su padrastro para adoptar sus ideas católicas.
Durante su juventud vio la represión que llevaba a cabo Isabel contra los católicos lo que incentivo más su ira contra los protestantes y que haría que años más tarde participase en el complot contra el rey e intentase atentar contra él. Además por esos años Margaret Clitherow por cobijar en su casa a una serie de católicos fue asesinada bajo el reinado de Isabel.

 Años más tarde las fuentes dejan vislumbrar que probablemente Fawkes se casase con María Pulleyn, hija del tutor de Fawkes durante su niñez en el colegio. También tuvieron un hijo Thomas Fawkes. Se enroló en el ejército español y se especializó en artillería por lo que cuando llegó la hora del complot fue él el elegido para hacer volar las bombas que iban a  estallar la noche del 5 de noviembre. Fawkes tenía dos grandes motivos para meterse en el ejército de tercios españoles; el primero que era católico y mercenario por lo tanto encajaba perfectamente en el puzle de los tercios hispánicos y el segundo motivo, que es un poco más subjetivo, es que si supuestamente tenía un hijo tenía que darle de comer y no heredó ningún cargo de su padre

LA CONSPIRACION

La conspiración de la noche del 5 de noviembre no fue otra cosa que la culminación de tantas y tantas conspiraciones frustradas como la de 1603, aunque esta no fue menos…
La historia nos cuenta que un grupo de católicos hartos de las explotaciones de los reyes protestantes contra ellos quiso hacer volar el Parlamento inglés el día de la apertura del Estado a cuya ceremonia acudirían el rey, su familia, la nobleza inglesa (clero, parlamentaristas). Todas las susodichas instituciones tenían en común que eran protestantes y no había mejor día que este para acabar con todos de una estocada.
La finalidad del complot era, aparte de matar a las eminencias protestantes, poner en el trono inglés a un rey católico obediente al Papa.
El complot pretendía ser la chispa que iniciase una revuelta generalizada de todos los católicos, pero circunstancias de la historia el complot fue descubierto y nada llegó a pasar. La conjura se descubrió y el gobierno uso este hecho para endurecer las medidas contra los católicos y tratar de vincular el atentado con los jesuitas y Roma. Los jesuitas no participaron activamente pero si pasivamente al igual que el Papado, no intervino pero dio su visto bueno llevar a cabo el complot.
El complot o conspiración en las fuentes nos lo mencionan de varias maneras: El complot del 5 de noviembre, La noche de Guy Fawkes, El complot de la pólvora…
En el complot no solo participaron los trece conspiradores ingleses católicos, sino también tres jesuitas, en parte también participó el Papado y España, bajo el condestable de Castilla Juan de Velasco que estaba allí en Inglaterra firmando el tratado de Londres de 1604. Con Juan de Velasco se entrevisto Fawkes enviado por Catesby.
El complot fue detenido por la guardia de palacio dirigida por el Conde de Salisbury, apresaron a Guy Fawkes, le encerraron y le torturaron para que dijese los nombres de los otros conspiradores. Fawkes dijo los nombres y al cabo del mes absolutamente todos fueron detenidos y ejecutados por traidores a la corona.
Para el complot los conspiradores alquilaron un sótano bajo el palacio de Westminster, ya que en dicho lugar había casas, y colocaron unos 30 barriles de pólvora que Guy Fawkes iba a hacer estallar el día de la apertura del estado. Fawkes fue el elegido ya que fue un soldado de fortuna, que desde hace algunos años se dedicaba al servicio de los españoles. La conspiración estaba programada para unos días antes pero no se pudo llevar a cabo porque Fawkes tuvo unos problemas de salud. Entonces se traslado el día del atentado para el día 5 de noviembre.
Un día antes, el 4 de noviembre, Salisbury dio orden al jefe de seguridad para que registrase el edificio del Parlamento. Allí encontraron a Guy Fawkes ultimando los preparativos para hacer explotar los barriles. El conde de Salisbury recibió una carta donde se le informaba del plan, la carta se ha especulado que pudo ser escrita por Cecil, un infiltrado.
Los conspiradores tras el intento fueron detenidos y torturados, como ya veremos en la repercusiónLos conspiradores venían de diferentes clases sociales y tenían diversos oficios. Ahora hablaremos un poco de cada uno para conocerles más a fondo. Varios de ellos no tomaron parte activa pero proporcionaron el dinero necesario para llevar a cabo el trabajo, también ayudaron  alentando a los conspiradores. Estos tres fueron Garnet, Gerrard y Tesmond los tres jesuitas.

LOS DEMÁS CONSPIRADORES

Robert Catesby:
 Era natural de Leicestershire, fue un hombre de familia acomodada que tenían propiedades su elocuencia indujo a varios de los conspiradores para cumplir su cometido, que de otro modo, con toda probabilidad, no habrían estado implicados en la traición. Era descendiente de un famoso ministro de Ricardo III.
Es evidente que él era un hombre de capacidad persuasoria considerable y era un fanático de los principios de la Iglesia de Roma, era el instrumento adecuado para la ejecución de cualquier propósito. Catesby fue el artífice de la conspiración y en torno a él giran varias preguntas como por ejemplo si actuó por los propios sentimientos de afectividad hacia el papado, o por venganza contra la represión anticatólica del reinado, si fue influenciado por los tres jesuitas.

       Percy Thomas:
Este señor fue muy cercano al conde de Northumberland, por el cual fue elevado al puesto de capitán de los caballeros. Parece haber sido un hombre de gran violencia y de mal genio, y su conducta demuestra lo que ha sido un fanático acérrimo de papado. Catesby en algunas ocasiones, consideró necesario que Percy Thomas debía contener la violencia, no fuese que su indiscreción empañase todo el proyecto.
En una ocasión, se ofreció a ir corriendo delante de toda la cámara y matar al rey. Fue asesinado junto con Catesby en Holbeach poco después del descubrimiento de la conspiración.

Thomas Winter:
Parece que Thomas Winter había propuesto una salida de Inglaterra, cuando Catesby, que había ideado el complot, le pidió ir al continente, donde se había retirado, y hasta que tuviese que volver a Inglaterra.
El plan fue propuesto a Thomas, que mostraba una indisposición para no entrar en la conspiración pero más tarde por el contrario cumplió con la mayor prontitud todos los planes de Catesby. Poco después de encontrarse con él volvió al continente para revelar la trama a los católicos de Roma, con el fin de determinar sus opiniones sobre el tema. En muchos aspectos, parece haber sido un hombre amable, con principios férreos inculcados por la Iglesia de Roma.
Se dice que días antes del descubrimiento de la conspiración tuvo una visión donde vio las torres, donde llevarían más tarde a los conspiradores, dentro de ellas la cara de trece persona desconocidas.
Cuando fue llevado a Staffordshire recordó su sueño, y le pareció que había un parecido entre los rostros de las personas que había visto en su sueño, y los de sus compañeros. El recuerdo de los sueños parece haber hecho una fuerte impresión en él en el período en que fue puesto bajo custodia.

Robert Winter:
 Este caballero era el hermano del anterior por ende se vio envuelta en la conspiración. Robert Winter fue añadido al grupo de conspiradores un poco después de que la conjura había comenzado.
Thomas el día del “juicio” solicitó a la corte que, como el complot había sido la causa de que su hermano quedara arruinado y “loco”, su muerte podría ser considerada como una expiación suficiente para ambos. Robert fue tomado preso en Staffordshire, donde se retiró tras el descubrimiento de la trama. Durante algún tiempo, estaba escondido en una casa, cuyo ocupante era un católico romano. La circunstancia que condujo a su descubrimiento fue un tanto singular. El cocinero se sorprendió por el número de platos, que a diario llevaba a la sala donde comía su amo, por lo tanto, para satisfacer su curiosidad, se asomó por el ojo de la cerradura, cuando vio a una persona sentada con su amo se asustó y decidió decírselo a uno de sus parientes el cual avisó a las autoridades y atraparon a Robert Winter.

John Wright:
Se involucró desde el principio en la conspiración junto con Catesby. De hecho se acordó entre estos dos individuos, que todo el que participase debía hacer un juramento de fidelidad a la causa y no desertar. John Wright fue muerto en la lucha contra el sheriff, en Staffordshire, donde la mayoría de los conspiradores fueron apresados tras el descubrimiento de la traición al rey.

Christopher Wright:
Era el hermano del anterior por el que fue inducido a entrar en la conspiración. Parece, sin embargo, que entraron en la empresa con tanto celo como cualquiera de los demás. Él fue el primero en descubrir que Fawkes había sido apresado, en la mañana del 5 de noviembre. Christopher dio un consejo y éste fue, que cada conspirador debía refugiarse por su propia cuenta y en direcciones diferentes de sus compañeros. Si este consejo hubiera sido llevado a cabo, varios de ellos probablemente habrían logrado escapar hacia el continente.
Los conspiradores, sin embargo, adoptaron otra opción que llevó a su derrota y arresto y posterior muerte en Staffordshire, donde también fue asesinado Christopher.

Thomas Bates:
Bates era un siervo, y el único de los conspiradores que no tenía el rango de caballero. La traición sirvió de conexión entre Bates, un siervo de Catesby, el líder de la traición. Catesby observó que su criado se daba cuenta de las acciones que quería llevar a cabo y esto le llevó a sospechar que Bates era en cierta medida, conocedor de sus proyectos, o en todo caso, que sospechaba que había algún plan en acción. En presencia de Thomas Winter Catesby le preguntó que qué pensaba de la traición. Bates respondió que él creía que era un asunto peligroso, aunque no sabía lo que planeaban de verdad. Catesby le volvió a preguntar que qué pensaba que podría ser. Bates le respondió que él intuía que pretendían hacer algo con las Casa del Parlamento, porque él había sido enviado a alquilar un sótano debajo de este lugar.
Bates fue inducido a prestar el  juramento secreto, tras jurar se le explicó por completo la intención.

Francis Tresham:
 Tresham también se comprometió en la trama desde un principio. No era uno de las personas aquellas con las que se originó, pero se le reveló el plan cuando los principales conspiradores estaban faltos de dinero, para que pudiesen llevar a cabo su plan. Él se ofreció a contribuir con £ 2000 para el gran objetivo. Murió en la torre antes del juicio de sus compañeros.

Ambrosse  Rookwood:
Rookwood era un hombre de fortuna, y se implicó en la traición un poco tardíamente.
No fue uno de los inventores originales de la traición, pero fue un envuelto en ella por tener una buena relación con Catesby, que ejerció sobre él una influencia más que notable.

John Grant:
 Era residente en Conventry, y, como Tresham y Rookwood, no trabajo en la conspiración activamente, pero se unió a la misma tras dársele a conocer. John se hizo con varios caballos para escapar si la explosión hubiese tenido éxito.
Fue trasladado con los otros conspiradores en Staffordshire donde fue ejecutado.

Robert kei(y)es:
 Poco nos dan las fuentes de este individuo, sabemos que tenía un carácter difícil y que era muy inteligente. Era un defensor ferviente de la religión católica. Se unió al proyecto tarde y fue ejecutado junto a sus compañeros en Staffordshire.

Digby Everad:
 Este caballero era descendiente de una antigua familia que vivía en Rutlandshire. Su educación fue enteramente dirigida por los sacerdotes de la Iglesia de Roma, su padre murió cuando tenía once años de edad.
Fue presentado a la corte de Isabel en los primeros tiempos de su vida, y poco después de la adhesión del rey Jacobo I fue nombrado caballero por Su Majestad. Sir Everad se metió en el complot una vez que ya esbozados todos los planes cuando los conspiradores se encontraban faltos de dinero, les dio 1500 libras, o sea no participó activamente. Fue trasladado después del descubrimiento y fue ejecutado en Londres

Y por último mencionar a los tres jesuitas: Garnet, Gerard y Tesmond