La mayoría de nosotros habremos visto V de Vendetta,
excelente película, mejores productores y buenos actores, además con una trama
que te engancha desde el principio hasta el final...tanto como para dar nombre a este frikiblog. Pero al principio se
rememora un hecho, que sin duda es, ha, y será importante en la historia de
Inglaterra. El complot de la Pólvora contra Jacobo II
GUY FAWKES (1570 – 1603)
Nació en 1570 en York, donde gran parte de los conspiradores nacieron
allí. Hijo de católicos le fue dado el bautismo como buen católico. Sus padres
Edward Fawkes y Edith Blake tuvieron varios hijos de los que se murieron una
gran parte debido a las condiciones insalubres de la época, el poco
conocimiento científico, etc… de estos hermanos se conoce el nombre de una
hermana, Elisabeth, del resto de los hermanos se desconoce el nombre. Fue a la
escuela de York (fundada por los reyes Católicos) donde conoció a los hermanos
Wright, de los que ya hablaremos más adelante porque participaron en el
complot, el hecho que fuese a la escuela denota que su familia tenía cierto
prestigio, porque de todos es sabido que a las escuelas solo iban los nobles y
algún burgués con fortuna lo que me hace pensar que Guy Fawkes venía de una
familia bien asentada. En los libros se especula si el padre tenía un cargo
importante en York y que la madre venía de un linaje de comerciantes.
El padre de Fawkes descendía de los Farnley y no sabemos si trabajaba
como notario o procurador de las cortes eclesiásticas, luego fue abogado del
Tribunal eclesiástico del Arzobispado de York y estuvo enrolado en el ejército
español, lo que heredaría su hijo. La madre de Fawkes, Edith Blake, era
descendiente de mercaderes. Edward Fawkes murió en 1579, y su mujer se casó por
segunda vez con un católico de Scotton. Es más que probable que Guy
Fawkes fuese influido por su padrastro para adoptar sus ideas católicas.
Durante su juventud vio la represión que llevaba a cabo Isabel contra
los católicos lo que incentivo más su ira contra los protestantes y que haría
que años más tarde participase en el complot contra el rey e intentase atentar
contra él. Además por esos años Margaret Clitherow por cobijar en su casa a una
serie de católicos fue asesinada bajo el reinado de Isabel.
Años más tarde las fuentes dejan vislumbrar que probablemente
Fawkes se casase con María Pulleyn, hija del tutor de Fawkes durante su niñez
en el colegio. También tuvieron un hijo Thomas Fawkes. Se enroló en el ejército
español y se especializó en artillería por lo que cuando llegó la hora del
complot fue él el elegido para hacer volar las bombas que iban a estallar
la noche del 5 de noviembre. Fawkes tenía dos grandes motivos para meterse en
el ejército de tercios españoles; el primero que era católico y mercenario por
lo tanto encajaba perfectamente en el puzle de los tercios hispánicos y el
segundo motivo, que es un poco más subjetivo, es que si supuestamente tenía un
hijo tenía que darle de comer y no heredó ningún cargo de su padre
LA CONSPIRACION
La conspiración de la noche del 5 de noviembre no fue otra cosa que la
culminación de tantas y tantas conspiraciones frustradas como la de 1603,
aunque esta no fue menos…
La historia nos cuenta que un grupo de católicos hartos de las
explotaciones de los reyes protestantes contra ellos quiso hacer volar el
Parlamento inglés el día de la apertura del Estado a cuya ceremonia acudirían
el rey, su familia, la nobleza inglesa (clero, parlamentaristas). Todas las
susodichas instituciones tenían en común que eran protestantes y no había mejor
día que este para acabar con todos de una estocada.
La finalidad del complot era, aparte de matar a las eminencias
protestantes, poner en el trono inglés a un rey católico obediente al Papa.
El complot pretendía ser la chispa que iniciase una revuelta
generalizada de todos los católicos, pero circunstancias de la historia el
complot fue descubierto y nada llegó a pasar. La conjura se descubrió y el
gobierno uso este hecho para endurecer las medidas contra los católicos y tratar
de vincular el atentado con los jesuitas y Roma. Los jesuitas no participaron
activamente pero si pasivamente al igual que el Papado, no intervino pero dio
su visto bueno llevar a cabo el complot.
El complot o conspiración en las fuentes nos lo mencionan de varias
maneras: El complot del 5 de noviembre, La noche de Guy Fawkes, El complot de
la pólvora…
En el complot no solo participaron los trece conspiradores ingleses
católicos, sino también tres jesuitas, en parte también participó el Papado y
España, bajo el condestable de Castilla Juan de Velasco que estaba allí en
Inglaterra firmando el tratado de Londres de 1604. Con Juan de Velasco se
entrevisto Fawkes enviado por Catesby.
El complot fue detenido por la guardia de palacio dirigida por el
Conde de Salisbury, apresaron a Guy Fawkes, le encerraron y le torturaron para
que dijese los nombres de los otros conspiradores. Fawkes dijo los nombres y al
cabo del mes absolutamente todos fueron detenidos y ejecutados por traidores a
la corona.
Para el complot los conspiradores alquilaron un sótano bajo el palacio
de Westminster, ya que en dicho lugar había casas, y colocaron unos 30 barriles
de pólvora que Guy Fawkes iba a hacer estallar el día de la apertura del
estado. Fawkes fue el elegido ya que fue un soldado de fortuna, que desde hace
algunos años se dedicaba al servicio de los españoles. La conspiración estaba
programada para unos días antes pero no se pudo llevar a cabo porque Fawkes
tuvo unos problemas de salud. Entonces se traslado el día del atentado para el
día 5 de noviembre.
Un día antes, el 4 de noviembre, Salisbury dio orden al jefe de
seguridad para que registrase el edificio del Parlamento. Allí encontraron a
Guy Fawkes ultimando los preparativos para hacer explotar los barriles. El
conde de Salisbury recibió una carta donde se le informaba del plan, la carta
se ha especulado que pudo ser escrita por Cecil, un infiltrado.
Los conspiradores tras el intento fueron detenidos y torturados, como
ya veremos en la repercusiónLos conspiradores venían de diferentes clases
sociales y tenían diversos oficios. Ahora hablaremos un poco de cada uno para
conocerles más a fondo. Varios de ellos no tomaron parte activa pero
proporcionaron el dinero necesario para llevar a cabo el trabajo, también
ayudaron alentando a los conspiradores. Estos tres fueron Garnet,
Gerrard y Tesmond los tres jesuitas.
LOS
DEMÁS CONSPIRADORES
Robert Catesby:
Era natural de Leicestershire, fue un hombre de familia acomodada que
tenían propiedades su elocuencia indujo a varios de los conspiradores para
cumplir su cometido, que de otro modo, con toda probabilidad, no habrían estado
implicados en la traición. Era descendiente de un famoso ministro de Ricardo III.
Es evidente que él era un hombre de capacidad persuasoria considerable
y era un fanático de los principios de la Iglesia de Roma, era el instrumento
adecuado para la ejecución de cualquier propósito. Catesby fue el artífice de
la conspiración y en torno a él giran varias preguntas como por ejemplo si
actuó por los propios sentimientos de afectividad hacia el papado, o por
venganza contra la represión anticatólica del reinado, si fue influenciado por
los tres jesuitas.
Percy Thomas:
Este señor fue muy cercano al conde de Northumberland, por el cual fue
elevado al puesto de capitán de los caballeros. Parece haber sido un hombre de
gran violencia y de mal genio, y su conducta demuestra lo que ha sido un
fanático acérrimo de papado. Catesby en algunas ocasiones, consideró necesario
que Percy Thomas debía contener la violencia, no fuese que su indiscreción
empañase todo el proyecto.
En una ocasión, se ofreció a ir corriendo delante de toda la cámara y
matar al rey. Fue asesinado junto con Catesby en Holbeach poco después del
descubrimiento de la conspiración.
Thomas Winter:
Parece que Thomas Winter había propuesto una salida de Inglaterra,
cuando Catesby, que había ideado el complot, le pidió ir al continente, donde
se había retirado, y hasta que tuviese que volver a Inglaterra.
El plan fue propuesto a Thomas, que mostraba una indisposición para no
entrar en la conspiración pero más tarde por el contrario cumplió con la mayor
prontitud todos los planes de Catesby. Poco después de encontrarse con él volvió
al continente para revelar la trama a los católicos de Roma, con el fin de
determinar sus opiniones sobre el tema. En muchos aspectos, parece haber sido
un hombre amable, con principios férreos inculcados por la Iglesia de Roma.
Se dice que días antes del descubrimiento de la conspiración tuvo una
visión donde vio las torres, donde llevarían más tarde a los conspiradores,
dentro de ellas la cara de trece persona desconocidas.
Cuando fue llevado a Staffordshire recordó su sueño, y le pareció que
había un parecido entre los rostros de las personas que había visto en su
sueño, y los de sus compañeros. El recuerdo de los sueños parece haber hecho
una fuerte impresión en él en el período en que fue puesto bajo custodia.
Robert Winter:
Este caballero era el hermano del anterior por ende se vio envuelta en
la conspiración. Robert Winter fue añadido al grupo de conspiradores un poco
después de que la conjura había comenzado.
Thomas el día del “juicio” solicitó a la corte que, como el complot
había sido la causa de que su hermano quedara arruinado y “loco”, su muerte
podría ser considerada como una expiación suficiente para ambos. Robert fue
tomado preso en Staffordshire, donde se retiró tras el descubrimiento de la
trama. Durante algún tiempo, estaba escondido en una casa, cuyo ocupante era un
católico romano. La circunstancia que condujo a su descubrimiento fue un tanto
singular. El cocinero se sorprendió por el número de platos, que a diario
llevaba a la sala donde comía su amo, por lo tanto, para satisfacer su
curiosidad, se asomó por el ojo de la cerradura, cuando vio a una persona
sentada con su amo se asustó y decidió decírselo a uno de sus parientes el cual
avisó a las autoridades y atraparon a Robert Winter.
John Wright:
Se involucró desde el principio en la conspiración junto con Catesby.
De hecho se acordó entre estos dos individuos, que todo el que participase
debía hacer un juramento de fidelidad a la causa y no desertar. John Wright fue
muerto en la lucha contra el sheriff, en Staffordshire, donde la mayoría de los
conspiradores fueron apresados tras el descubrimiento de la traición al rey.
Christopher Wright:
Era el hermano del anterior por el que fue inducido a entrar en la
conspiración. Parece, sin embargo, que entraron en la empresa con tanto celo
como cualquiera de los demás. Él fue el primero en descubrir que Fawkes había
sido apresado, en la mañana del 5 de noviembre. Christopher dio un consejo y
éste fue, que cada conspirador debía refugiarse por su propia cuenta y en
direcciones diferentes de sus compañeros. Si este consejo hubiera sido llevado
a cabo, varios de ellos probablemente habrían logrado escapar hacia el
continente.
Los conspiradores, sin embargo, adoptaron otra opción que llevó a su
derrota y arresto y posterior muerte en Staffordshire, donde también fue
asesinado Christopher.
Thomas Bates:
Bates era un siervo, y el único de los conspiradores que no tenía el
rango de caballero. La traición sirvió de conexión entre Bates, un siervo de
Catesby, el líder de la traición. Catesby observó que su criado se daba cuenta
de las acciones que quería llevar a cabo y esto le llevó a sospechar que Bates
era en cierta medida, conocedor de sus proyectos, o en todo caso, que
sospechaba que había algún plan en acción. En presencia de Thomas Winter
Catesby le preguntó que qué pensaba de la traición. Bates respondió que él
creía que era un asunto peligroso, aunque no sabía lo que planeaban de verdad.
Catesby le volvió a preguntar que qué pensaba que podría ser. Bates le
respondió que él intuía que pretendían hacer algo con las Casa del Parlamento,
porque él había sido enviado a alquilar un sótano debajo de este lugar.
Bates fue inducido a prestar el juramento secreto, tras
jurar se le explicó por completo la intención.
Francis Tresham:
Tresham también se comprometió en la trama desde un principio. No era
uno de las personas aquellas con las que se originó, pero se le reveló el plan
cuando los principales conspiradores estaban faltos de dinero, para que
pudiesen llevar a cabo su plan. Él se ofreció a contribuir con £ 2000 para el
gran objetivo. Murió en la torre antes del juicio de sus compañeros.
Ambrosse Rookwood:
Rookwood
era un hombre de fortuna, y se implicó en la traición un poco tardíamente.
No fue
uno de los inventores originales de la traición, pero fue un envuelto en ella
por tener una buena relación con Catesby, que ejerció sobre él una influencia
más que notable.
John Grant:
Era residente en Conventry, y, como Tresham y Rookwood, no trabajo en
la conspiración activamente, pero se unió a la misma tras dársele a conocer.
John se hizo con varios caballos para escapar si la explosión hubiese tenido
éxito.
Fue trasladado con los otros conspiradores en Staffordshire donde fue
ejecutado.
Robert kei(y)es:
Poco nos dan las fuentes de este individuo, sabemos que tenía un
carácter difícil y que era muy inteligente. Era un defensor ferviente de la
religión católica. Se unió al proyecto tarde y fue ejecutado junto a sus
compañeros en Staffordshire.
Digby Everad:
Este caballero era descendiente de una antigua familia que vivía en
Rutlandshire. Su educación fue enteramente dirigida por los sacerdotes de la
Iglesia de Roma, su padre murió cuando tenía once años de edad.
Fue presentado a la corte de Isabel en los primeros tiempos de su
vida, y poco después de la adhesión del rey Jacobo I fue nombrado caballero por
Su Majestad. Sir Everad se metió en el complot una vez que ya esbozados todos
los planes cuando los conspiradores se encontraban faltos de dinero, les dio 1500
libras, o sea no participó activamente. Fue trasladado después del
descubrimiento y fue ejecutado en Londres
Y por último mencionar a los tres jesuitas: Garnet, Gerard y Tesmond