miércoles, 30 de mayo de 2012

Mi barrio me ha parido (parte 1)

La tosquedad de mis palabros 
a unos da gusto, y a otros reparo
pero nunca cambiaré
por un buen vocabulario 
porque me he criado en un barrio
de navaja, y presidiario
donde si no te haces valer
te tendrán acojonado.

En mi barrio hay gente común
curran en el paro, cristaleros, o sean del atún. 
Diferencias por doquier, pero aquí, TU
Dios no se paró a beber, 
por eso de curas carecemos
solo a repartidores de la Mahou 
que a esos, sí los queremos

jueves, 17 de mayo de 2012

El complot de la pólvora


La mayoría de nosotros habremos visto V de Vendetta, excelente película, mejores productores y buenos actores, además con una trama que te engancha desde el principio hasta el final...tanto como para dar nombre a este frikiblog. Pero al principio se rememora un hecho, que sin duda es, ha, y será importante en la historia de Inglaterra. El complot de la Pólvora contra Jacobo II

GUY FAWKES (1570 – 1603)

Nació en 1570 en York, donde gran parte de los conspiradores nacieron allí. Hijo de católicos le fue dado el bautismo como buen católico. Sus padres Edward Fawkes y Edith Blake tuvieron varios hijos de los que se murieron una gran parte debido a las condiciones insalubres de la época, el poco conocimiento científico, etc… de estos hermanos se conoce el nombre de una hermana, Elisabeth, del resto de los hermanos se desconoce el nombre. Fue a la escuela de York (fundada por los reyes Católicos) donde conoció a los hermanos Wright, de los que ya hablaremos más adelante porque participaron en el complot, el hecho que fuese a la escuela denota que su familia tenía cierto prestigio, porque de todos es sabido que a las escuelas solo iban los nobles y algún burgués con fortuna lo que me hace pensar que Guy Fawkes venía de una familia bien asentada. En los libros se especula si el padre tenía un cargo importante en York y que la madre venía de un linaje de comerciantes.

El padre de Fawkes descendía de los Farnley y no sabemos si trabajaba como notario o procurador de las cortes eclesiásticas, luego fue abogado del Tribunal eclesiástico del Arzobispado de York y estuvo enrolado en el ejército español, lo que heredaría su hijo. La madre de Fawkes, Edith Blake, era descendiente de mercaderes. Edward Fawkes murió en 1579, y su mujer se casó por segunda vez con un católico de Scotton.  Es más que probable que Guy Fawkes fuese influido por su padrastro para adoptar sus ideas católicas.
Durante su juventud vio la represión que llevaba a cabo Isabel contra los católicos lo que incentivo más su ira contra los protestantes y que haría que años más tarde participase en el complot contra el rey e intentase atentar contra él. Además por esos años Margaret Clitherow por cobijar en su casa a una serie de católicos fue asesinada bajo el reinado de Isabel.

 Años más tarde las fuentes dejan vislumbrar que probablemente Fawkes se casase con María Pulleyn, hija del tutor de Fawkes durante su niñez en el colegio. También tuvieron un hijo Thomas Fawkes. Se enroló en el ejército español y se especializó en artillería por lo que cuando llegó la hora del complot fue él el elegido para hacer volar las bombas que iban a  estallar la noche del 5 de noviembre. Fawkes tenía dos grandes motivos para meterse en el ejército de tercios españoles; el primero que era católico y mercenario por lo tanto encajaba perfectamente en el puzle de los tercios hispánicos y el segundo motivo, que es un poco más subjetivo, es que si supuestamente tenía un hijo tenía que darle de comer y no heredó ningún cargo de su padre

LA CONSPIRACION

La conspiración de la noche del 5 de noviembre no fue otra cosa que la culminación de tantas y tantas conspiraciones frustradas como la de 1603, aunque esta no fue menos…
La historia nos cuenta que un grupo de católicos hartos de las explotaciones de los reyes protestantes contra ellos quiso hacer volar el Parlamento inglés el día de la apertura del Estado a cuya ceremonia acudirían el rey, su familia, la nobleza inglesa (clero, parlamentaristas). Todas las susodichas instituciones tenían en común que eran protestantes y no había mejor día que este para acabar con todos de una estocada.
La finalidad del complot era, aparte de matar a las eminencias protestantes, poner en el trono inglés a un rey católico obediente al Papa.
El complot pretendía ser la chispa que iniciase una revuelta generalizada de todos los católicos, pero circunstancias de la historia el complot fue descubierto y nada llegó a pasar. La conjura se descubrió y el gobierno uso este hecho para endurecer las medidas contra los católicos y tratar de vincular el atentado con los jesuitas y Roma. Los jesuitas no participaron activamente pero si pasivamente al igual que el Papado, no intervino pero dio su visto bueno llevar a cabo el complot.
El complot o conspiración en las fuentes nos lo mencionan de varias maneras: El complot del 5 de noviembre, La noche de Guy Fawkes, El complot de la pólvora…
En el complot no solo participaron los trece conspiradores ingleses católicos, sino también tres jesuitas, en parte también participó el Papado y España, bajo el condestable de Castilla Juan de Velasco que estaba allí en Inglaterra firmando el tratado de Londres de 1604. Con Juan de Velasco se entrevisto Fawkes enviado por Catesby.
El complot fue detenido por la guardia de palacio dirigida por el Conde de Salisbury, apresaron a Guy Fawkes, le encerraron y le torturaron para que dijese los nombres de los otros conspiradores. Fawkes dijo los nombres y al cabo del mes absolutamente todos fueron detenidos y ejecutados por traidores a la corona.
Para el complot los conspiradores alquilaron un sótano bajo el palacio de Westminster, ya que en dicho lugar había casas, y colocaron unos 30 barriles de pólvora que Guy Fawkes iba a hacer estallar el día de la apertura del estado. Fawkes fue el elegido ya que fue un soldado de fortuna, que desde hace algunos años se dedicaba al servicio de los españoles. La conspiración estaba programada para unos días antes pero no se pudo llevar a cabo porque Fawkes tuvo unos problemas de salud. Entonces se traslado el día del atentado para el día 5 de noviembre.
Un día antes, el 4 de noviembre, Salisbury dio orden al jefe de seguridad para que registrase el edificio del Parlamento. Allí encontraron a Guy Fawkes ultimando los preparativos para hacer explotar los barriles. El conde de Salisbury recibió una carta donde se le informaba del plan, la carta se ha especulado que pudo ser escrita por Cecil, un infiltrado.
Los conspiradores tras el intento fueron detenidos y torturados, como ya veremos en la repercusiónLos conspiradores venían de diferentes clases sociales y tenían diversos oficios. Ahora hablaremos un poco de cada uno para conocerles más a fondo. Varios de ellos no tomaron parte activa pero proporcionaron el dinero necesario para llevar a cabo el trabajo, también ayudaron  alentando a los conspiradores. Estos tres fueron Garnet, Gerrard y Tesmond los tres jesuitas.

LOS DEMÁS CONSPIRADORES

Robert Catesby:
 Era natural de Leicestershire, fue un hombre de familia acomodada que tenían propiedades su elocuencia indujo a varios de los conspiradores para cumplir su cometido, que de otro modo, con toda probabilidad, no habrían estado implicados en la traición. Era descendiente de un famoso ministro de Ricardo III.
Es evidente que él era un hombre de capacidad persuasoria considerable y era un fanático de los principios de la Iglesia de Roma, era el instrumento adecuado para la ejecución de cualquier propósito. Catesby fue el artífice de la conspiración y en torno a él giran varias preguntas como por ejemplo si actuó por los propios sentimientos de afectividad hacia el papado, o por venganza contra la represión anticatólica del reinado, si fue influenciado por los tres jesuitas.

       Percy Thomas:
Este señor fue muy cercano al conde de Northumberland, por el cual fue elevado al puesto de capitán de los caballeros. Parece haber sido un hombre de gran violencia y de mal genio, y su conducta demuestra lo que ha sido un fanático acérrimo de papado. Catesby en algunas ocasiones, consideró necesario que Percy Thomas debía contener la violencia, no fuese que su indiscreción empañase todo el proyecto.
En una ocasión, se ofreció a ir corriendo delante de toda la cámara y matar al rey. Fue asesinado junto con Catesby en Holbeach poco después del descubrimiento de la conspiración.

Thomas Winter:
Parece que Thomas Winter había propuesto una salida de Inglaterra, cuando Catesby, que había ideado el complot, le pidió ir al continente, donde se había retirado, y hasta que tuviese que volver a Inglaterra.
El plan fue propuesto a Thomas, que mostraba una indisposición para no entrar en la conspiración pero más tarde por el contrario cumplió con la mayor prontitud todos los planes de Catesby. Poco después de encontrarse con él volvió al continente para revelar la trama a los católicos de Roma, con el fin de determinar sus opiniones sobre el tema. En muchos aspectos, parece haber sido un hombre amable, con principios férreos inculcados por la Iglesia de Roma.
Se dice que días antes del descubrimiento de la conspiración tuvo una visión donde vio las torres, donde llevarían más tarde a los conspiradores, dentro de ellas la cara de trece persona desconocidas.
Cuando fue llevado a Staffordshire recordó su sueño, y le pareció que había un parecido entre los rostros de las personas que había visto en su sueño, y los de sus compañeros. El recuerdo de los sueños parece haber hecho una fuerte impresión en él en el período en que fue puesto bajo custodia.

Robert Winter:
 Este caballero era el hermano del anterior por ende se vio envuelta en la conspiración. Robert Winter fue añadido al grupo de conspiradores un poco después de que la conjura había comenzado.
Thomas el día del “juicio” solicitó a la corte que, como el complot había sido la causa de que su hermano quedara arruinado y “loco”, su muerte podría ser considerada como una expiación suficiente para ambos. Robert fue tomado preso en Staffordshire, donde se retiró tras el descubrimiento de la trama. Durante algún tiempo, estaba escondido en una casa, cuyo ocupante era un católico romano. La circunstancia que condujo a su descubrimiento fue un tanto singular. El cocinero se sorprendió por el número de platos, que a diario llevaba a la sala donde comía su amo, por lo tanto, para satisfacer su curiosidad, se asomó por el ojo de la cerradura, cuando vio a una persona sentada con su amo se asustó y decidió decírselo a uno de sus parientes el cual avisó a las autoridades y atraparon a Robert Winter.

John Wright:
Se involucró desde el principio en la conspiración junto con Catesby. De hecho se acordó entre estos dos individuos, que todo el que participase debía hacer un juramento de fidelidad a la causa y no desertar. John Wright fue muerto en la lucha contra el sheriff, en Staffordshire, donde la mayoría de los conspiradores fueron apresados tras el descubrimiento de la traición al rey.

Christopher Wright:
Era el hermano del anterior por el que fue inducido a entrar en la conspiración. Parece, sin embargo, que entraron en la empresa con tanto celo como cualquiera de los demás. Él fue el primero en descubrir que Fawkes había sido apresado, en la mañana del 5 de noviembre. Christopher dio un consejo y éste fue, que cada conspirador debía refugiarse por su propia cuenta y en direcciones diferentes de sus compañeros. Si este consejo hubiera sido llevado a cabo, varios de ellos probablemente habrían logrado escapar hacia el continente.
Los conspiradores, sin embargo, adoptaron otra opción que llevó a su derrota y arresto y posterior muerte en Staffordshire, donde también fue asesinado Christopher.

Thomas Bates:
Bates era un siervo, y el único de los conspiradores que no tenía el rango de caballero. La traición sirvió de conexión entre Bates, un siervo de Catesby, el líder de la traición. Catesby observó que su criado se daba cuenta de las acciones que quería llevar a cabo y esto le llevó a sospechar que Bates era en cierta medida, conocedor de sus proyectos, o en todo caso, que sospechaba que había algún plan en acción. En presencia de Thomas Winter Catesby le preguntó que qué pensaba de la traición. Bates respondió que él creía que era un asunto peligroso, aunque no sabía lo que planeaban de verdad. Catesby le volvió a preguntar que qué pensaba que podría ser. Bates le respondió que él intuía que pretendían hacer algo con las Casa del Parlamento, porque él había sido enviado a alquilar un sótano debajo de este lugar.
Bates fue inducido a prestar el  juramento secreto, tras jurar se le explicó por completo la intención.

Francis Tresham:
 Tresham también se comprometió en la trama desde un principio. No era uno de las personas aquellas con las que se originó, pero se le reveló el plan cuando los principales conspiradores estaban faltos de dinero, para que pudiesen llevar a cabo su plan. Él se ofreció a contribuir con £ 2000 para el gran objetivo. Murió en la torre antes del juicio de sus compañeros.

Ambrosse  Rookwood:
Rookwood era un hombre de fortuna, y se implicó en la traición un poco tardíamente.
No fue uno de los inventores originales de la traición, pero fue un envuelto en ella por tener una buena relación con Catesby, que ejerció sobre él una influencia más que notable.

John Grant:
 Era residente en Conventry, y, como Tresham y Rookwood, no trabajo en la conspiración activamente, pero se unió a la misma tras dársele a conocer. John se hizo con varios caballos para escapar si la explosión hubiese tenido éxito.
Fue trasladado con los otros conspiradores en Staffordshire donde fue ejecutado.

Robert kei(y)es:
 Poco nos dan las fuentes de este individuo, sabemos que tenía un carácter difícil y que era muy inteligente. Era un defensor ferviente de la religión católica. Se unió al proyecto tarde y fue ejecutado junto a sus compañeros en Staffordshire.

Digby Everad:
 Este caballero era descendiente de una antigua familia que vivía en Rutlandshire. Su educación fue enteramente dirigida por los sacerdotes de la Iglesia de Roma, su padre murió cuando tenía once años de edad.
Fue presentado a la corte de Isabel en los primeros tiempos de su vida, y poco después de la adhesión del rey Jacobo I fue nombrado caballero por Su Majestad. Sir Everad se metió en el complot una vez que ya esbozados todos los planes cuando los conspiradores se encontraban faltos de dinero, les dio 1500 libras, o sea no participó activamente. Fue trasladado después del descubrimiento y fue ejecutado en Londres

Y por último mencionar a los tres jesuitas: Garnet, Gerard y Tesmond





















lunes, 7 de mayo de 2012

El arte


Me gustaría comenzar esta entrada con, lo que para mí es, la definición de arte. El arte es la expresión de un artista de una situación y momento determinado. El arte en mi definición englobaría: pintura, arquitectura, escultura, literatura, música.
A la pregunta que muchas veces se nos plantea: ¿El arte es de derechas?, ¿ha servido para oprimir? ¿O para liberar? ¿Está hecho por y para el gobierno (rey, presidente, tirano, emperador….)? o ¿es contrario al poder? La respuesta no es una respuesta corta, pero si sencilla. Si, la respuesta es si a todo. Para contestar es imprescindible apoyarnos en dos disciplinas hermanadas; la arqueología y la historia.
Recurriremos a la historia, y en sus inicios a la arqueología, para contestarnos sobre lo relativo al arte egipcio. Un arte hierático, frontal y siempre, absoluta y rotundamente siempre a favor del rey (ver entrada de la monarquía). Como ejemplo pondré la paleta de Narmer. En ella aparece representado el rey del Alto y el Bajo Egipto golpeando a un individuo (no entraré más en disquisiciones técnicas ni históricas porque no trata de eso la entrada. Ya la habrá). El rey de mayor tamaño y venciendo a un enemigo. De momento la respuesta es positiva a favor del poderoso.

En la siguiente etapa histórica nos abrimos al mundo heleno. El siglo V a.C. Pericles. ¿Digo algo más?, si, en efecto, hablo de la mayor colina que encima tiene el mayor conjunto edilicio creado por el hombre y en este caso el poderoso. La acrópolis. Ésta fue levantada por Pericles, por el poder, para conmemorar la victoria sobre los persas en las guerras médicas. De nuevo la pregunta vuelve a ser positiva a favor del poderoso.
Roma, época de Augusto, Marco Agripa decide mandar construir el Panteón. Impresionante edificio que se dedicó a los 12 dioses. Esta vez es una obra realizada con un fin religioso, cuando la religión la controlaba el poder.






Tras los ejemplos de la época romana. La balanza se decanta hacía el lado de la contestación de que el arte es un instrumento de poder. Así en el Medievo pasa lo mismo. El arte siempre está ligado al poder, y más durante la edad Media y la Moderna a la iglesia. Los ejemplo son la catedral de Nôtre Dame y La rendición de Breda de Don Diego de Velázquez. Aparte de mencionar las numerosas historias de Roma que se han escrito a favor de los emperadores, las estatuas de los mismos, la de Marco Aurelio, Augusto Primaporta, grandes palacios como el de Versalles de Luis XIV, la mezquita de Córdoba. Ejemplos infinitos.

Pero para no extenderme más diré que la división arte – estado se produce en un momento, no en concreto, es algo progresivo, tras la revolución Francesa. El romanticismo creo que es la época cultural que le da inicio.

Quien no es capaz de recordar obras como las de Larra; vuelva usted mañana, el pobrecito hablador, el duende satírico del día…así como las pinturas del ilustre zaragozano, Goya,  y sus fusilamientos del tres de Mayo (aunque Goya pintó a la familia real, como excepción). Posteriormente a medida que se avanza la contemporaneidad  no es de recibo deja atrás a la generación del 98 con Vallen Inclán a la cabeza. Y ya entrado el siglo XX como no recordar a Miguel Hernández que murió recitando poesía en las trincheras de la guerra civil en el bando republicano, contrario al poder sublevado, o Federico García Lorca, poeta fusilado por ser contrario al régimen, entre otras causas. Y como no, el ilustre malagueño Picasso cuando pintó el Guernica y dijo que el cuadro jamás volvería a España hasta que no hubiese una república, luego matizó y dijo democracia. Da igual.

En conclusión a medida que el hombre ha ido creciendo, ha ido reivindicando sus derechos y luchando por los mismos, el arte que es una expresión visceral humana, o encargada, pero siempre una expresión, ha estado del lado del no poderoso. El arte no se le debe juzgar porque los pobres lapicidas que hicieron la paleta de Narmer lo hicieron obligados. Sin embargo Picasso o Larra lo hicieron porque lo creyeron justo.
Hablando ya en términos de contemporaneidad, el estado y el poder ha intentado siempre tapar el arte. Llegando incluso al exilio del artista, o el bombardeo de los museos (recomiendo una película, la hora de los valientes de Gabino Diego) como en el caso de Franco y el museo de Prado…Mussolini no se caracterizaba por apreciar lo que hoy llamamos cultura…aunque tenía un escritor para sí.
En definitiva, para mí, el arte es un ente libre y justo, que hace lo que cree oportuno y cuando cree.